Montevideo 22/set./2014
Recomendamos en forma especial esta formidable iniciativa.
Blog Balneario del Cufré publica con satisfacción y agrado este interesante articulo del Sr. C/N ® Carlos Alonso.
La vida es un largo camino que está
compuesto de varias etapas, dependiendo del punto de vista o la orientación de
cada uno, éstas pueden ser más o menos: niñez, adolescencia, juventud, adultez
y vejez, etc. Cada una de estas tiene su particularidad, pero en general se
trata de una evolución donde vamos aprendiendo constantemente. De las lecciones
más sencillas a las más difíciles de asimilar a medida que los años van
transcurriendo, entonces yo resumiría las etapas, en solo tres: nacimiento, desarrollo
y muerte. Entonces así resumida, en nuestra vida encontramos dos factores que
no podemos cambiar (nacimiento y muerte) y un tercero, el cual debería ser una
evolución constante y sobre el que sí actuamos. Acotados entre estos dos
acontecimientos vemos que tenemos un tiempo limitado para entender quiénes
somos y para que estamos o a dónde vamos. Nuestro tiempo es limitado, entonces
debemos aprovecharlo bien, debemos disfrutar nuestro pasaje por la vida,
vivirla a pleno con nosotros mismos y con nuestros semejantes, ya que no
estamos solos y parte de ese disfrute pasa por estar bien con nosotros y con
los demás. Este es el paradigma, todos corremos buscando la felicidad, el amor,
las realizaciones personales, la comodidad y sin darnos cuenta vivimos
corriendo detrás de ilusiones, metas, proyectos y de la misma forma, la vida se
nos va demasiado rápido sin reparar en que quizás la búsqueda es mucho más
sencilla de lo que pensábamos. No nos damos cuenta que tenemos la felicidad delante nuestro y no la
vemos por ese vértigo de vivir al máximo que nos impone la vida.
¿Pero a donde quiero llegar? El mensaje es
sencillo. Hay que detenerse, ¡De vez en cuando hay que detenerse! Lo que quiero
conectar es la esencia del ser humano, la bondad que todos llevamos dentro,
nuestro innato deseo de hacer algo por los demás. Apartarse del egoísmo y
darnos un tiempo para ser solidarios aun de la manera más simple. Y esto es una
forma de detenerse y encontrar en acciones simples la felicidad que con tanto
ahínco buscamos. Si, como nos enseñaron de chiquitos a dar el asiento a una
Señora o ayudar a un discapacitado a cruzar la calle. ¿No nos provoca felicidad
hacer estas cosas??
Y dirán, ¿qué tiene que ver esto con el
Turismo inclusivo y que es la Nauticoterapia??
El Turismo inclusivo y dentro de éste la
Nauticoterapia nos proporcionan esa oportunidad, ser felices respondiendo a
esos sentimientos que todos llevamos dentro, la oportunidad de sacarlos, de
mostrarlos y no a los demás, a nosotros mismos. De sentirnos realizados como
personas dando amor, sin importar a quien, solo darlo.
Entonces vamos entrando en tema, hay
muchísimas personas que no tienen la oportunidad de conocer muchas maravillas
que otros las tenemos en frente a diario y no las apreciamos. ¿Porqué no dar la
posibilidad a las personas discapacitadas para que puedan disfrutar igual que nosotros,
de este viaje, que es la vida, con las
mismas oportunidades? Se puede, es fácil y sé de lo que hablo, solo hay que
proponérselo, todos u cada uno podemos hacer algo. Ni nos imaginamos el placer
que puede dar una silla de ruedas sumergible, a una persona parapléjica en la playa,
por cierto al cuidado de un guardavidas.
¿Cuantas hay??
La maravillosa tecnología de hoy día
permite hacer mucho y si tan solo nos juntamos con un fin común somos capaces
de hacer mucho con muy poco esfuerzo.
Hay que abrir la mente, todos los proyectos
turísticos deben de tener un componente apuntado a la discapacidad, no cuesta y
hace milagros, es solo pensar con el corazón. ¿A quién no le gusta disfrutar de
los sentidos? Siempre digo: La gran
mayoría de los que nos creemos normales tenemos una gran discapacidad y está en
el corazón, sin embargo aquellos que tienen alguna limitación física poseen en
su corazón todo eso que nos falta a nosotros y lo descubrimos cuando ellos nos
lo muestran. Entonces ahí pensamos. ¿Cómo
no me di cuenta antes? Sencillo, porque
nunca antes habías conocido a alguien que te respondiera con amor a una actitud
tan sencilla como hacer algo (aunque sea una pequeñez) por esa persona.
Qué es la Nauticoterapia?
La Nauticoterapia es nuestra oportunidad de
detenernos un poco en la vida, de dar la oportunidad a las personas
discapacitadas de disfrutar del ambiente marítimo. Programas como éste existen
en todas partes del mundo, entonces. ¿ Porqué no hacer algo acá? Les cuento que
desde hace más de 7 años me encuentro empecinadamente difundiendo esta
actividad que no tiene secretos mágicos y que solo necesita amor y ganas, solo
eso.
La misma consta de brindar a personas
discapacitadas la oportunidad de disfrutar del remo, de la vela, de un paseo en
una embarcación a motor, un Kayak o una embarcación a pedal.
En definitiva hablamos de Deportes
Náuticos, esos deportes que en nuestro País el común de la gente piensa que son
Elitistas. ¿Suena loco, no??
Bien, yo puedo decirles con total y
absoluta propiedad que no solo no son Elitistas, sino que son accesibles a
cualquier persona, es solo que no tenemos Cultura Marítima y por eso los vemos
lejos e inalcanzables. Esto es lo que he aprendido y experimentado después de
más de 40 años de actividad Marítima/ Náutica Profesional y Amateur. Todo pasa
por la conjunción de esfuerzos, Clubes, Autoridad Marítima, Instituciones
Públicas y Privadas y Personas Físicas. Cada uno aportando lo que tiene, nada
más, solo ponerle un poco de ganas. Un pequeño grupo motivado puede hacer
maravillas.
Los Clubes Náuticos aportan la
accesibilidad en lo que respecta a embarcaciones e instructores, la Prefectura
aporta la seguridad, las Instituciones que agrupan personas con discapacidad a
los protagonistas, el Estado apoyo en lo que pueda cada Institución
(Infraestructura, etc.), traslados, Instructores, etc. Y las Personas Físicas
su colaboración ayudando con lo que tenga, su tiempo, embarcaciones, apoyo de
cualquier especie.
La actividad se desarrolla bajo la
vigilancia de la Prefectura integrando su personal a la misma, porque “todos
aprendemos”, unos pueden enseñar a remar o alguna otra cosa, pero los
instructores aprenden a cómo ayudar a un discapacitado, a como comunicarse,
etc. Y por sobre todo a intercambiar amor. Es un gran intercambio, favorece a
todos.
Los instructores pueden venir de un Club, o
puede ser cualquier persona con conocimientos marítimos ya que lo que se
trasmite es muy básico. Lo fundamental es el buen relacionamiento, el cariño
que se ponga y unos pocos detalles específicos.
Es una actividad para toda la Familia, ya
que la Familia es la que acompaña a la persona porque la conoce y contiene,
además que también se va necesariamente involucrando en la actividad.
De acuerdo a la discapacidad de cada uno
será el tipo de embarcación en la que navegará, ejemplo: Si hay problemas de
paraplejia, podrá remar, en cambio si el problema está en los miembros
superiores podrá pedalear y así cada uno encuentra su manera de disfrutar del
placer de navegar. No hacen falta grandes cruceros o imponentes viajes, un
recorrido de no más de 20 o 30 metros pueden causar sensaciones mágicas.
Para llevar a cabo esta actividad, como se
dijo, no es necesario alejarse más que
unos pocos metros de la orilla, así como tampoco más que unos centímetros de
profundidad, por lo que los riesgos son inexistentes.
La sensación de flotar es de por si un
calmante, proporciona relax y sensación de libertad, incluso más que en tierra,
ya que en el agua no hay escalones inaccesibles ni cruces de calles. Hay miles
de terapias, la música es una, los deportes son generalmente terapias también y
esta es una más, una que apunta a descubrir nuestra propia sensibilidad y un
mundo nuevo en el mar que tenemos enfrente y que también nos rodea y que sin
embargo no conocemos todo lo hermoso que nos puede proporcionar.
Como ya he dicho esta actividad ya tiene 8
años en diferentes lugares de nuestra maravillosa costa sin ningún
inconveniente, como son: P. del Este (a través de los Rotarios Marinos), Atlántida
y P. del Plata (Asociación Civil Nauticoterapia), Montevideo (Yacht Club
Uruguayo y Red Especial de Discapacidad) y Nueva Palmira. En este tiempo hemos
descubierto las bondades de esta práctica de todo punto de vista: Inclusión de
los discapacitados en la sociedad, la mejoría de su situación física o mental,
descubrimiento de un nuevo mundo de sensaciones, la formación de grupos humanos
que traspasan la propia actividad, el apoyo mutuo entre Familias y la difusión
de los Deportes Náuticos como forma de vida con los beneficios asociados de
reducir el estrés, elevar la autoestima, etc.
Los proyectos que vienen son: Río Sta.
Lucía y Balneario Boca del Cufré.
Nauticoterapia y Turismo inclusivo, dos
programas que van de la mano y que apuntan a sacar lo mejor de todos nosotros.
CN® Carlos Alonso
Montevideo 20/set./2014
Fotos de actividades en esta diciplina desarrolladas en Atlantida.
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